Soy la lágrima que hay que morder

Soy la lágrima que hay que morder, torturar
Exprimir hasta sangrar
Dale, ¡llorá!
El dolor que hay que sentir
Beber
Dale, ¡sentí!
Naciste para ser lo que sentís
Dolor, ¡llorá!
Sos muy buena para jugarme
Linda amiga, linda persona
Pero sos mucha mujer para jugarme
No sos un buen motivo para ir más allá
De mis acabadas (lechudas) sinrazones, placeres
Te respeto mucho como para jugarme
Por eso prefiero, despreciarte
Esto es un jueguito de chicos
Que lo juegan los grandes
¡Dale, vení, entregame!
Sufrí
Si para eso naciste
Pobre flaca
La pobre flaca que es tan mujer
Tan invalorable como rechazable
Yo te doy un poco de juego
¿Lo aceptás? Total vos naciste para esto
No sos más que dos goles de potrero
¿Ya estás?
Ya estoy hasta las arcadas de tus motivos
De tu huidas
Siento asco porque soy asco
Asqueate, si naciste para ser lo que sentís
Me cansé y yo ya estaba cansada
Para que me juegues
Para que no me intentes
¿Por qué no me invitaste a verte como huías?
No hay más páginas
Soy demasiado para una liquidación de amor
No soy mendiga de tu boca, ¡no soy!
No quiero los restos de tus polvos de amor
No quiero tus mitades de chocolate
No te rías, no existas, por favor
Te invito a perderme
Morite, así te duelo.
29/09/2009

Tarde

Me di cuenta que no sos lo mismo, que no me interesa que me presenten chicos que me lleven a cenar, que ya es tarde. Que no hay vuelta que me lleve por el camino de volver a mirarte y que me sea indiferente. Ya es tarde para esperar que me enamores con un beso, no lo necesito aunque sea lo que más quiero.
No es lo mismo ver tus ojos, ni tus brazos vestidos de pulseras hipponas y la blanca: no es lo mismo verte caminar despatarrado, que nada te importe y te afecte todo.
Es tarde para viajar a ese lugar donde no me importabas y solo me causabas gracia.
Es tarde para dormir sin pensar en vos, sin querer cuidarte.
Es tarde para dejar de querer que lo nuestro no sea un juego sino una jugada por amor. De esos inolvidables.
Es que ya no me interesa conocer a nadie porque solo te conozco y ya me basta. Ya es todo.
Es muy tarde para no creer en la magia, cuando al mirarnos nos sentimos sonrojados.
Es tarde para cerrar los ojos y no verte. Para abrirlos y perderlos. Y que también se pierda el mundo. No me importan esos miedos infundados, sos mi temor amado, ya es tarde, ya te necesito.