martes, 13 de julio de 2010

Milena Caserola 5 años

A poco de cumplir cinco años de no haber nacido pero con grandes logros en salita de dos, tres y cuatro y un lindo desempeño el primer año de vida, este pre-escolar estamos tan a ful que nos han recetado Valeriana.

Hace media década publicamos el primer libro bajo el sello Milena Cacelora que luego pasó a llamase Milena Caserola. Fue elegido el filósofo italiano Giorgio Agamben en esa oportunidad, con su libro Idea de la prosa, que entre otras cosas nos dice: "hoy sabemos que para efectuar la destrucción de la experiencia no se necesita en absoluto de una catástrofe": para ello basta perfectamente con la pacífica existencia cotidiana en una gran ciudad. "Pues la jornada del hombre contemporáneo ya casi no contiene nada que todavía pueda traducirse en experiencia: ni la lectura del diario, tan rica en noticias que lo contemplan desde una insalvable lejanía, ni los minutos pasados al volante de un auto en un embotellamiento; tampoco el viaje a los infiernos en los trenes del subterráneo, ni la manifestación que de improviso bloquea la calle, ni la niebla de los gases lacrimógenos que se disipa lentamente entre los edificios del centro, ni siquiera los breves disparos de un revólver retumbando en alguna parte; tampoco la cola frente a las ventanillas de una oficina o la visita al país de Jauja del supermercado, ni los momentos eternos de muda promiscuidad con desconocidos en el ascensor o en el ómnibus. El hombre moderno vuelve a la noche a su casa extenuado por un fárrago de acontecimientos –divertidos o tediosos, insólitos o comunes, atroces o placenteros– sin que ninguno de ellos se haya convertido en experiencia."


Porqué debiera ser un una experiencia, el intentar constituirse colectivamente como una (no) editorial. Quizás lo sea, quizás no, poco importa, pero sí podemos afirmar, que “recrea el lazo”, que nos afecta, que nos inscribe en una historia que no existe, que nos hace reír de vez en cuando y mirar alrededor sintiéndonos parte de la catástrofe. Nos da la voz que siempre tuvimos, para intentar decir algo, mas no sea emitir sonido, articular palabra, tipear descontento. Estamos entonces cuando nos encontramos; con estas excusas, con estos nombres propios, con los ojos semi abiertos o diletantes de tanto consumo, de tanto amor.
Proponemos unos encuentros para el festejo con todos los que nos cruzamos días pasados.

- El viernes 16 de julio volvemos al barrio con teatro, poesía y fotos en el Centro Cultural “Los Bohemios”. Humboltd 380.

- En agosto Fiesta 5 merla ni beberla. Día y lugar a confirmar. (invitamos a todos los que quieran organizar la fiestita a la librería Los Perros Románticos, Honduras 5275, Palermo, el lunes 19 de julio a las 19 hs.
Este Jueves 15 de Julio, estaré dando una nota en el programa "la Pata del PAto", en Radio Imagen, AM 1310.
el Programa se transmite De 14 a 16 hs,
espero puedan sintonizarlo!!!!!!!!!!

Mi última muerte

Después de días en la cama me di cuenta de la diferencia entre estar y ser una enferma. Crónica Noticias repite la misma placa vez por vez. Siempre igual. Sangra y me evidencia la muerte. Pediría que me saquen los ojos para no ver mi decadencia. Cómo se desfigura la cara irritada cuando veo a otras comer mi postre. ¿Por qué carajo me reclaman algo que ni yo quiero que pase? Yo juré amar la vida hasta que la muerte nos separe aunque haga lo contrario cuando me enervo.
Tápenme la nariz que no soporto respirarme. Mi piel me da nauseas cuando huele solo a ella. Córtenme los labios que prefiero sangrar por la herida. Ya me cansé de sangrar por el deseo inhóspito de una boca que no me pertenece nunca. Aún cuando me besa. Acuchillame las manos que no las soporto. Todavía guardo los pedacitos desprendidos de piel que perdíamos juntos. No quería morirme así. No quiero seguir entrenando el tacto. Sáquenme las manos. No las soporto. No soportaría acariciarle el rostro una vez más. Ya fue suficiente perder la risa. Ya hice enojar a muchos aun cuando hayan sido ellos los que luego me pidieron perdón. No es fácil postrarme en la cama por decisión propia. Sentir un dolor incansable en el pecho. Cómo pude haber creído que el aire era gratis. Mira lo que me cuesta respirar ahora que agonizo. Enferma. No puedo aprender a curarme. Enferma. Sigo siendo la misma enferma que contagia todas las pestes a mi comportamiento. Absurdo. Que me dejen por algo que yo también quiero dejar. Crónica anuncia mi muerte. Sangro y me caigo, pues la espalda dejó de jugar a sostenerme. Todos me miran muriendo. Me cansé de morirme cada vez que digo que va a ser la última vez.

10/07/2010