Cuando me doliste me di cuenta que te había creído. Y algo, alguien con mi nombre en su sombra me dijo de cerca, casi al filo de mi boca, para que nadie escuche: otra vez. Otra vez otra, ¿ves?
Sentí el suspiro obligándome a reír, tragando la misma saliva que me seca la garganta. La suerte me la tiré encima cuando me quemé las pupilas imaginándolo hombre. Todos se quieren casar con el sol, de lejos.
Sentí el suspiro obligándome a reír, tragando la misma saliva que me seca la garganta. La suerte me la tiré encima cuando me quemé las pupilas imaginándolo hombre. Todos se quieren casar con el sol, de lejos.
31/03/2010
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