Me decía que era idea mía
Me decía tantas cosas
Que era distinta
Como ella
Como la otra
Que ella no entendía mis desbarranques
La ira comentada
El respeto escurrido
La morbosa decía también
Que leía mi poesía.
¡Bella!
(con su acento colombiano)
Dulce, ella. Especial
Leía mis poesías para acercarse a sus manos
Para ver cuantos versos duraba su pasión
Lejana y más cerca de ella que de mi olvido
Que crezcan las sensaciones
Dice
Y me lee apasionada
Mientras espera verlo volar sobre su tierra
Yo siento haber compartido mis sabores más ocultos
Mi lengua
Mis besos que peligraban en cada parte
Que hacía temblar sus piernas ligeras de amor
Me escuchaba los gemidos de cerca
Con sus oídos pegados al monitor
mis estrofas
Victima de la expiación
Mi yo más animal domesticado por el espejismo
De un hombre bien puesto y mate a la mañana.
Todo en la cama por supuesto
Ella gritando desaforada
Enviando en correos
Su acumulación primitiva
De sopa de pescado bien caliente
Y yo creyéndole al otro, que no había ido de pesca-
Joder, tu inocencia me ha puesto la zancadilla.
ResponderEliminarNo en este, pero en otros malidices mas de lo que dices.
Es bueno, te sigo.
Willy muchas gracias por acercarte a mi blog y a mis escritos y darme tan productiva apreciación de mis textos, me has dejado pensando. Te agradezco mucho.Nos estamos leyendo.
ResponderEliminarPatricia