martes, 9 de agosto de 2011

El sentido de todas las cosas

En el sentido de las huellas que hay detrás de las palabras, de la medida que va agregando distancia a cada silencio. Prefiero no saber ya del historial de mis intereses. Inclinaciones absurdas hacia un ideal del yo que no se sensibiliza nunca. Todo, todo el tiempo está a punto de romperse. Una vez todo, acabado. Se desborda con las invasiones de los rumores de la percepción. Las palabras que tratan de acercarse mutan de diminutivos a despectivos. Todo lo que pasa a ser parte de la masa de los objetos tenidos. Todo lo que pasa a ser parte de estados confusos. Todo lo que siempre fue parecido a empezar algo. Disfrutarlo. En el sentido de los momentos despreciables, los perfectos quedan estacionados en la esquina de lo que vaya a saber por qué habrás buscado. La incógnita se potencia en la medida de la suciedad de las palpitaciones reprimidas. Compartir, pero no. Decir, pero no. Pero no, pero no, pero no tanto. No mucho. Para qué construir oportunidades de comenzar cuando no se tiene bien en claro el punto de partida y el riesgo del evento nunca acomodable. Para qué materializar una idea que luego deviene en peso. Con suficientes palabras de menos y silencios de más me pregunto para qué querer acercarse al horizonte si ante los ojos se diluye como la meta final superada. Para qué entregarse al deseo si de todos modos se vuelve domesticable (siempre en el sentido manso de la palabra).

5 comentarios:

  1. Encontrarle sentido a todas las cosas es imposible por definición.

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  2. A veces nada ni nadie tiene sentido.

    Saludos :)

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  3. Gracias Patricia por acompañarnos en este nuevo especial FLIA !!! Los audios están disponibles en www.refugiodebipedos.com.ar

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